Sarah Olney, contable de 38 años sin previa experiencia en política, sumó cerca del 50% de votos en Richmond Park, zona próspera ubicada bajo una ruta de aproximación aérea al aeropuerto de Heathrow, en el oeste de la capital británica.
"El electorado ha emitido un aviso de alerta a este Gobierno Brexit conservador y nuestro mensaje es claro: no queremos un Brexit duro", dijo la nueva diputada.
El multimillonario anti-UE renunció al escaño en octubre en protesta por el apoyo del Gobierno de Theresa May a la expansión de Heathrow.
Goldsmith es un 'brexitero' radical en un distrito eminentemente europeísta y jugó todas las bazas de su retorno parlamentario con la baraja medioambientalista.
La estrategia perdió peso contra Olney, quien también se opone a la ampliación del aeropuerto y contó además con el apoyo declarado de los Verdes.
"No queremos que nos saquen del mercado único y no consentiremos que gane la intolerancia, la división y el miedo", advirtió la parlamentaria electa lib-dem.
También es un fracaso de los conservadores que optaron por no presentar candidato en esta elección parcial en oposición directa a su ex militante ecologista.
"Este resultado no cambia nada y el Gobierno permanece comprometido a marchar de la UE y activar el Artículo 50 para finales de marzo", defendió un portavoz 'tory'.
Los lib-dem proponen celebrar un segundo referéndum Brexit con la consulta centrada esta vez en el acuerdo que la primera ministra alcance con el resto de líderes comunitarios.