Lavrov subrayó que ni Rusia ni Italia resultaron, no obstante, beneficiados por las sanciones económicas, y recordó que, según la agencia italiana SACE, las pérdidas directas de la economía de Italia ascienden a unos 2.500 ó 3.000 millones de dólares.
"Por supuesto, los participantes rusos también registraron ciertas pérdidas", destacó el titular.
"Observamos que los círculos políticos, sociales y empresariales de Italia cada vez más muestran su descontento con la política de sanciones, abogando por recuperar la línea de crecimiento en las relaciones bilaterales", dijo Lavrov en una entrevista con el periódico italiano Corriere della Sera.
El canciller ruso recordó que "en varias regiones de Italia fueron aprobadas las resoluciones que llaman a levantar las sanciones contra Rusia" y expresó la esperanza en que Roma establezca las relaciones con Moscú en la base de sus propios intereses.
Las relaciones entre Moscú y Occidente empeoraron a raíz de la situación en Ucrania y la adhesión de Crimea a Rusia tras un referéndum celebrado en marzo de 2014 en el que más del 96% de los votantes avaló esta opción.
En los últimos meses no se observa una unidad firme en la UE ante la prórroga de las sanciones, ya que muchos países, entre ellos España, Finlandia, Grecia, Italia y Hungría, declararon que las medidas restrictivas resultan contraproducentes.
Numerosos representantes del mundo de los negocios europeo señalan constantemente el carácter nocivo de los vetos para la economía de la UE.