De acuerdo con las casas de apuestas deportivas, las posibilidades del campeón de revalidar el título se valoraron con un coeficiente de 1,5 a 1, en comparación con las del aspirante a la corona, Serguéi Kariakin, a las que se concedió un valor de 2,9 a 1.
Después de doce duelos que han concluido con un resultado de empate a 6 puntos, los ajedrecistas disputaron la partida final más corta del campeonato, que quedó en tablas después de solo 35 minutos. Sin embargo, como resultado de las cuatro partidas del tie-break (desempate semirrápidas) —con 25 minutos en total para cada ajedrecista— el noruego consiguió una ventaja decisiva ante Kariakin.
Esta es la cuarta vez en la historia en la que el título de campeón mundial de ajedrez se decide en el tie-break. Así, en 1998, el ruso Anatoli Kárpov venció al indio Viswanathan 'Vishy' Anand y, en 2006, el ajedrecista Vladímir Krámnik triunfó ante el búlgaro Veselin Topalov. Por su parte, en 2012, Viswanathan Anand logró doblegar al bielorruso Borís Guelfand.
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Kariakin es el primer ajedrecista ruso que ha participado en la final del torneo en los últimos ocho años. En lo que respecta a Carlsen, esta es ya su tercera victoria en la historia del campeonato. Gracias a las partidas de desempate, el vencedor del Mundial de ajedrez recibirá el 55% de la cantidad total de un millón de euros. Kariakin, por su parte, se embolsará el 45%. Hay que recordar que Carlsen tendrá que pagar el 5% como multa tras marcharse enfadado de la rueda de prensa celebrada tras la octava partida con Kariakin.