"Sobreviví porque seguí los protocolos de seguridad. Ante la situación, muchos se levantaron de sus asientos y comenzaron a gritar. Puse las maletas entre mis piernas para formar la posición fetal que se recomienda en los accidentes", dijo Erwin Tumiri, técnico de la aeronave.
Sin embargo, el canal no señaló cómo obtuvo las declaraciones de Tumiri, quien permanece internado en la Clínica Somer, en Ríonegro, cerca de Medellín (Antioquia), con "lesiones que no comprometen su vida", según el más reciente parte médico de esa institución.
En ese mismo centro médico permanece también la auxiliar de vuelo Ximena Suárez, quien señaló brevemente lo ocurrido antes de que el avión se estrellara.
"Las luces se apagaron y no recuerdo más hasta ahora", dijo Suárez, de acuerdo con el gobernador de Antioquia, Luis Pérez, quien reseñó sus palabras, según el diario local El Espectador.
Algunas hipótesis del accidente, no confirmadas aún de manera oficial, señalan que el avión pudo quedarse sin combustible cinco minutos antes de llegar a su destino, lo que explicaría que los motores se hubieran apagado y dejado de pasar energía al resto de la aeronave, por lo que las luces se apagaron, como señaló Suárez.
El avión, que cumplía la ruta de Santa Cruz de la Sierra (Bolivia) a Medellín (Colombia), viajaba con 77 personas, entre ellas periodistas y la mayoría de los jugadores y cuerpo técnico del equipo brasileño Chapecoense, que el miércoles disputaría la final de la Copa Sudamericana contra el equipo colombiano Atlético Nacional (de Medellín).