Según recordó Bozovic, el actual primer ministro de Montenegro, Milo Djukanovic, afirmó hace unos años que el pequeño número de serbios en la Administración del Estado montenegrino era una "cuestión de competencia", no de discriminación.
"El concepto 'Montenegro' ha perdido su contenido original, romántico e histórico. Ahora, por desgracia, este título se utiliza para encubrir un sistema feudal y un entramado mafioso, los cuales Milo Djunkjovic lleva mucho tiempo liderando", apuntó Bozovic.
A su juicio, el mandatario montenegrino llegó al poder a principios de los 90 "por coincidencia de circunstancias históricas" y, haciendo abuso de su poder y de su cargo, "robó toda la riqueza creada por las generaciones anteriores".
"La mayor parte de esta riqueza 'se mudó' a las cajas fuertes de su familia", ironizó el experto, quien añadió que, "tras 30 años de Djukanovic en el poder, la sociedad del país está peligrosamente dividida".
Hablando sobre el grado de influencia de los países extranjeros en la promulgación de leyes en Montenegro, Bozovic subrayó que "no se trata de influencia, sino de un protectorado del nivel más bajo". Según detalló, tras comprender quién era el jugador clave en el escenario internacional, Djukanovic "salió del paraguas de Slobodan Milosevic y quedó sometido al yugo de la Sexta Flota de EEUU en el Mediterráneo".
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Además, Bozovic abordó el tema del posible ingreso de Montenegro en la OTAN. A su juicio, integrarse en la Alianza permitiría al Gobierno de Djukanovic "obtener el indulto a largo plazo y preservar su propiedad robada". Sin embargo, la postura del presidente electo de EEUU, Donald Trump, ha asustado tanto a Montenegro como a toda "la burocracia corrupta de la OTAN", los representantes de la cual, "igual que cualquier otra casta privilegiada, están luchando por sus puestos y todo tipo de bonificaciones".
"De ahí parten la histeria de los funcionarios de la Alianza y el sinfín de declaraciones absurdas y falsas sobre los tanques rusos recorriendo la frontera occidental", dijo Bozovic.
"Para que esta organización criminal se conserve, se necesita una presión constante, enormes esfuerzos y grandes fondos. Y si tenemos en cuenta que en Occidente el dinero lo decide todo, me parece que la OTAN tendrá una vida muy corta", concluyó.