El proyecto conectará las ciudades de Wuhan y Hefei, capitales de las provincias de Hubei y Anhui respectivamente, y requerirá de una inversión inicial del orden de 200 millones de yuanes, o unos 29 millones de dólares, según el diario China Daily.
La nueva línea se completará hacia finales de 2017 y estará conectada a la primera línea comunicaciones cuánticas, de 2.000 kilómetros, que en lo que queda de este año unirá a Pekín con Shanghái.
Esta red, cuya construcción empezó en 2013, incluye 11 estaciones terrestres.
Las comunicaciones a través de partículas cuánticas no dejan intervenir e interceptar la información transmitida.
En mecánica cuántica, el llamado principio de incertidumbre de Heisenberg establece que el proceso de observación de una partícula subatómica altera su estado natural e impide averiguar todas sus características.
Aplicado a la criptografía, ello significa que el proceso de creación de una clave secreta se trastorna antes de que un intruso pueda acceder a la información confidencial.