El estudio analizó a 1.200 embarazadas del interior del estado de Sao Paulo, de las cuales 57 tuvieron la confirmación de que estaban infectadas de zika; ninguno de esos bebés nació con microcefalia, pero el 35% desarrolló alguna anomalía.
"20 de los 57 bebés nació con algún tipo de malformación discreta, como sordera unilateral, daños en la retina, quistes cerebrales o inflamación en las arterias cerebrales", explicó el coordinador de la investigación, Mauricio Lacerda Nogueira, en declaraciones al diario Estado de Sao Paulo.
El pasado mes de marzo otro estudio de la Fundación Oswaldo Cruz de Río de Janeiro ya mostró que el 29% de los bebés de madres con zika presentaron alguna anomalía, aun cuando la infección se produjera en los últimos meses del embarazo.