"Nuestra Iglesia jamás abandonará a sus hermanos de Ucrania en la desgracia ni los rechazará. No aceptaremos el cambio de las sagradas fronteras canónicas de nuestra Iglesia, ya que Kiev es la cuna espiritual de la Rus sagrada, como lo es Mtsjeta para Georgia o Kosovo para Serbia", aseveró el patriarca, dirigiéndose al jerarca Onufri, cabeza de la Iglesia Ortodoxa de Ucrania.
Kiril le agradeció al jerarca "su coraje y firmeza en la defensa de la ortodoxia sagrada" y "por defender la unidad canónica de la Iglesia".
Las autoridades ucranianas actuales se pronuncian a favor de cortar los lazos de la Iglesia de Ucrania con el Patriarcado de Moscú. Al referirse a esa escisión eclesiástica, el patriarca Kiril señaló que "el pecado de la ruptura no se cura con violencia o astucia, sino con humildad, fe y amor en Cristo".
"La dolorosa úlcera de la escisión ucraniana causa sufrimiento a todo el cuerpo eclesiástico, y ese dolor no solo se siente en Ucrania, sino también en la diáspora y en los territorios canónicos de otras iglesias locales; todos comprendemos el peligro de la fractura de la Iglesia", aseveró el patriarca.