El ente informa que los oficiales rusos —Maxim Odintsov y Alexandr Baránov- fueron detenidos el domingo 20 de noviembre y trasladados a la provincia ucraniana de Nikoláev (sur).
"Consideramos que estas acciones de los servicios especiales ucranianos contra ciudadanos rusos son una nueva burda provocación y exigimos su regreso inmediato a la Federación Rusa", dice el comunicado del ministerio.
El despacho añade que los servicios especiales ucranianos intentan fabricar una causa penal contra Odintsov y Baránov por supuestos crímenes contra Ucrania.
El ministerio no descarta presión psicológica y física contra los militares rusos para conseguir las confesiones "necesarias".