Una manta con un mensaje del crimen organizado fue colocada en ese lugar de la carretera que conduce al poblado de Tixtla, donde se localiza la escuela rural de maestros de Ayotzinapa, a la que pertenecían 43 estudiantes desaparecidos tras un ataque de policías confabulados con narcotraficantes.
Por otra parte, once personas más fueron asesinadas en el puerto turístico en Acapulco el fin de semana, localizado en ese mismo estado sureño con costas al Pacífico, entre ellas dos elementos militares de la Marina Armada de México, asesinados en su día de descanso.
Dos hombres más fueron ejecutados a balazos la noche del sábado en el municipio de Petatlán, localizado en la llamada Costa Grande de Guerrero.
Las montañas y ciudades de Guerrero han sido infestadas por narcotraficantes, entidad que registró 67 casos homicidios dolosos por cada 100.000 habitantes, cifra que cuadruplicó la media nacional de 17 víctimas por cada 100.000 habitantes en 2015.
La cifra de homicidios de los primeros diez meses del año 2016 ya superó a los registrados en todo 2015 en México; y en octubre se registraron 60 asesinatos dolosos diarios en promedio, seis de cada diez cometidos con armas de fuego.
El año 2011, México registró un pico de homicidios, casi 28.000 homicidios, y una tasa de 23 asesinatos por cada 100.000 habitantes, comparado con una proporción mínima histórica de 8 muertes violentas por cada 100.000 personas en 2007, según cifras oficiales.