La medicina nuclear permite curar diferentes dolencias con la ayuda de radiofármacos que destruyen las células enfermas.
Hace varios años, casi todos los isótopos en el mundo se producían en cinco reactores, ubicados en cinco países: Australia, Sudáfrica, Canadá, Francia y Países Bajos. Pero, últimamente, la situación ha cambiado y Rusia ha salido al mercado dando un nuevo impulso a la medicina nuclear. Los isótopos más comunes son el molibdeno 99, el estroncio 89, el gadolinio 153 y el lutecio 177. El jefe del Departamento de Fármacos Radionúclidos, Rostislav Kuznetsov, explicó en una entrevista a Sputnik cuáles son las características principales de estos elementos.
El molibdeno 99 no se usa directamente en la industria, pero es necesario para desarrollar otro metal que se llama tecnecio 99. El tecnecio influye de manera blanda sobre el organismo humano y permite detectar las enfermedades en su etapa inicial. Tiene la propiedad de acumularse en los órganos afectados por un tumor, o en la zona necrosada del miocardio, lo que permite localizar con tiempo el foco del infarto agudo.
Los especialistas afirman que Rusia puede convertirse en el mayor proveedor de este material en el mundo, porque este mercado es prácticamente ilimitado. El déficit de este isótopo en el mercado se cifra en más del 30%.
Cabe subrayar que este material también se emplea en forma de gas en los láseres para cortar tejidos biológicos, incluidos los huesos.
Otro material, que se llama gadolinio 153, tiene un mercado relativamente pequeño, pero muy importante, dado que se usa para producir numerosos aparatos que detectan enfermedades óseas. Rusia, de hecho, es el único país que produce este isótopo.
El lutecio 177 es otro firme candidato a revolucionar la industria de la medicina nuclear. Este isótopo podrá cubrir, probablemente, muchos problemas vinculados con enfermedades oncológicas. Aunque fue hallado solo hace dos años, los avances y éxitos con el lutecio 177 son ya enormes.