Ukrítie-2 —así se llama la megaestructura en ruso— contendrá la radiación de Chernóbil para los próximos cien años. Para lograr esto, posee casi 37.000 toneladas del metal.
El proyecto internacional para sustituir al sarcófago existente fue lanzado en 2007 con el apoyo financiero de múltiples países. Los contratistas del proyecto, las empresas francesas Vinci y Bouygues Travaux Publics, se encargaron de la creación de la nueva 'capa protectora' para el reactor siniestrado.
El primer sarcófago fue construido en 1986 en tiempo récord —206 días— con más de 90.000 obreros involucrados en el proyecto. Con el tiempo, la estructura se desgastó, y por el riesgo de un posible derrumbe la comunidad internacional optó por un esfuerzo conjunto para erigir Ukrítie-2.