Problemas como las emisiones industriales y calidad del aire en las zonas industrializadas se alivian en gran parte por las plantas, que utilizan el dióxido de carbono — CO2 — en la fotosíntesis para producir la energía necesaria para su vida.
Un equipo de bioquímicos alemanes tomó como base otra enzima — llamada ECR — que hace este mismo trabajo varias veces más rápido. Luego analizaron meticulosamente miles de enzimas para cada etapa de transformación del CO2 (sintetizando tres artificialmente en el proceso) y reunieron los resultados en único ciclo, informa la revista Science.
Los autores esperan que este nuevo ciclo, bautizado CETCH, con el tiempo pueda ser introducido genéticamente en los organismos existentes para 'mejorar' su capacidad para la fotosíntesis, combatiendo así las emisiones del CO2 y al mismo tiempo creando sustancias útiles para la industria química.