Anteriormente, ya se habían realizado experimentos con resultados positivos en animales. Por esta razón, los científicos decidieron hacer las mismas pruebas en humanos.
Después de recibir entre 20 y 40 horas de estimulaciones a la semana durante cuatro meses, los participantes del experimento, cuya dieta y estilo de vida no habían cambiado, perdieron entre el 8 y el 16% de masa del tejido graso. El grupo de control, por su parte, presentó un pequeño aumento de peso. El análisis bioquímico mostró, además, una mayor presencia de leptina, una hormona que provoca en el organismo la sensación de estar saciado.
Los resultados, publicados en la revista Neuroscience 2016, "fueron significativamente mejores de lo esperado", reveló Jason McKeown, uno de los autores del experimento, según informa N+1.
#Insólito: La joven que sueña con ser la mujer más obesa del mundo#obesidad #saludhttps://t.co/uhuNQGPYpq pic.twitter.com/NZMeYbs1CS
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 13 сентября 2016 г.
Curiosamente, esta tecnología es usada en los cascos de ondas cerebrales para controlar objetos remotamente y en las gafas de realidad virtual, por lo que en el futuro, algunas actividades sedentarias pueden ayudar a sus usuarios a bajar de peso.