Pero sin lugar a dudas son las mujeres las más perjudicadas cuando de abstinencia sexual se trata, pues les afecta la autoestima, provocando que se sientan insatisfechas con ellas mismas, poco valoradas e incluso feas.
De acuerdo con un estudio del sexólogo Norbert Livinoff, la falta de sexo puede incidir de manera particular en el humor de las mujeres, debido a que luego de un lapso considerable de tiempo sin relaciones, se muestran malhumoradas, irascibles y de difícil trato.
Según estudios, el sexo oxigena la sangre que circula por el cuerpo y llega al cerebro. La buena práctica del sexo se convierte en un sano ejercicio mental que le permite a la mujer tener un panorama mental más claro.
Por su parte, apunta la web iMujer que la falta de intimidad afecta la cantidad de anticuerpos antivirales en un 30%, y provoca que la mujer esté permanentemente enferma. De acuerdo con el portal, la carencia de sexo y la consecuente ausencia de oxitocina y estrógenos pueden llevar a la mujer al consumo de analgésicos. "La causa es completamente natural: estas hormonas matan el dolor", recuerda el texto del portal especializado.
La ausencia de sexo puede transformar por completo a una mujer. Se vuelve más reacia a las relaciones sociales. La ciencia explica que esta situación "se debe a la falta de endorfinas, que afectan su percepción del mundo".
Investigaciones advierten que "una mujer, luego de mucho tiempo sin contacto sexual, pierde el semblante juvenil. Y es por la falta del colágeno que se produce durante el encuentro íntimo, que vuelve la piel más suave y sedosa".
Debido a que el sexo es considerado uno de los mejores ejercicios cardiovasculares, hacerlo de manera esporádica (o no hacerlo) se asocia con un mayor riesgo de ataque cardiaco y muerte súbita, sobre todo en mujeres, según un estudio de la Universidad de Tufts, Estados Unidos.