En las últimas décadas, el Gobierno israelí nombró tres comisiones distintas para investigar las denuncias que llegaron a la conclusión de que la mayoría de niños murieron en el hospital y se los enterró sin informar a las familias.
Numerosos testimonios recogidos en las investigaciones fueron clasificados, pero a partir de ahora podrán consultarse en los archivos e incluso se difundirán por internet cuando lo autorice el Comité de Ley Constitucional y Justicia de la Kneset (Parlamento israelí).
El pasado junio, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, nombró al ministro Tzachi Hanegbi como encargado de esta cuestión, que en los últimos meses ha sido muy destacada en la prensa israelí, especialmente a raíz de la investigación, por parte del diario Haaretz, de varios casos de niños desaparecidos.
Netanyahu encargó a Hanegbi que estudiara la conveniencia de desclasificar los documentos.
Hacerlos públicos, según afirmó hoy el ministro, "acabará con esta situación insoportable, esta confidencialidad injustificada que se impuso durante 70 años sobre este material".
"Esto acabará con las sospechas, el escepticismo y la desconfianza de las familias (afectadas) hacia las agencias del Estado", como la que lleva adopciones.
Al menos 20 personas en Israel han logrado contactar con sus familias biológicas tras descubrir que fueron adoptadas ilegalmente, secuestradas y dadas por muertas en hospitales o centros para niños. Las familias afectadas eran mayoritariamente de judíos recién llegados a Israel.
Hanegbi señaló que las familias afectadas podrán ver los documentos primero y solicitar que los que les afecten personalmente no se hagan públicos.