La información sobre el proyecto fue presentada en la página web de las licitaciones estatales y prevé "la integración de las aeronaves mencionadas en el sistema Postscriptum mediante la adaptación del interfaz, los algoritmos de pilotaje y de procesamiento de datos", según informa el diario Izvestia.
"Postscriptum es un sistema único que organiza el intercambio de datos entre el avión y toda la infraestructura militar disponible: los radares de larga distancia, los radares antiaéreos terrestres e incluso las tropas terrestres", comentó el redactor jefe del periódico militar ruso Arsenal de la Patria, Víktor Murajovski.
Por su parte, el avión envía al mando central la información sobre su posición y sus maniobras, así como sobre las municiones y el combustible disponible. Por ejemplo, es posible cambiar el curso de cada avión a distancia —incluso desde el mando central—, sin que el piloto participe en el proceso, nota el experto.
Otra aplicación posible es la detección más segura de los drones y misiles de crucero. Debido a su tamaño, son difíciles de seguir con los radares aéreos, pero los sistemas terrestres las detectan fácilmente.
Los Su-35 rusos ya están en servicio activo y fueron probados en condiciones reales en Siria. Al mismo tiempo, el Su-27SM3 es la variante más moderna del famoso caza: el primer contrato para la modernización de 36 unidades fue firmado en 2015.