"Efectivamente, estamos a punto de abordar en un viaje hacia la historia, un hecho trascendental para las exportaciones de país, para las inversiones que vendrán", dijo el mandatario en una rueda de prensa donde indicó que el acuerdo representa "no solamente conservar las exportaciones ecuatorianas, sino potenciar nuestro principal destino no petrolero y el principal destino de las exportaciones de la economía popular y solidaria".
A su vez, el Vicepresidente destacó la importancia del mercado europeo, que le abrirá a Ecuador la posibilidad de vender sus productos a 520 millones de personas, además de potenciar su industria a largo plazo.
"No solamente estamos viendo las ventajas actuales sino a futuro, pues es una herramienta para que las industrias que se instalen puedan planificar no solamente para un mercado regional sino que sumen los 520 millones de ciudadanos de los 28 países de la Unión Europea", manifestó.
Glas resaltó también el hecho de que el país firmó un acuerdo con mayores beneficios que el de Colombia y Perú, ya que introdujo ciertas salvedades para sus productos.
Por su parte, Cassinelli explicó que con el convenio el 99,8 por ciento de la oferta exportable del país se libera "para generar oportunidades" pero aclaró que también "se va a precautelar el empleo nacional".
"A diferencia de Colombia y Perú, Ecuador va suscribir un acuerdo que tiene determinados amortiguamientos para permitir que la industria local se desarrolle", añadió el funcionario.
Tras la suscripción del convenio, la delegación regresará al país para presentar el documento al presidente Rafael Correa, quien a su vez lo remitirá a la Corte Constitucional para que emita el informe respectivo.
Con ese trámite listo, la Asamblea Nacional deberá ratificar el acuerdo para que entre en vigencia el próximo 1 de enero de 2017.
Procesos similares se deben cumplir al interior del bloque europeo.