"Las represas para nosotros significan desaparecer como cultura, como pueblos", afirmó la representante indígena.
San José de Chupiamonas es una de las comunidades indígenas que se encuentra en el Parque Nacional Madidi donde se ubicarían las hidroeléctricas.
La obra, estimada en 6.000 millones de dólares, generaría a partir de su puesta en marcha entre 1.600 y 4.000 megavatios y permitiría a Bolivia exportar electricidad a Brasil, según datos del Ministerio de Hidrocarburos y Energía.
La dirigente indígena, por su parte, denunció que el Gobierno comenzó a realizar los trabajos de identificación del proyecto hidroeléctrico en la zona sin consultar a los indígenas ni tomar en cuenta el impacto ambiental que tendría la hidroeléctrica.
De acuerdo con datos de la Gobernación de La Paz, sólo la construcción de la represa de El Bala supondría inundar cerca de 1.200 kilómetros cuadrados lo que afectaría a más de 3.000 pobladores de la zona.
"Es algo así como inundar La Paz", señaló Alipaz y agregó que sólo en el caso de su pueblo, San José de Cupiamonas, unas 300 personas "no tendrían dónde ir", dijo.
La coordinadora de pueblos indígenas impulsa una campaña que busca sensibilizar a las autoridades nacionales y locales para frenar la construcción de las hidroeléctricas en el norte de La Paz que, de acuerdo con estimaciones del Ministerio de Hidrocarburos, generaría ingresos de 1.200 millones de dólares anuales para el país.