El FBI indica que Hillary Clinton recibía en forma electrónica documentos sensibles en términos de seguridad nacional de sus asesores del Departamento de Estado y luego los enviaba a su empleada domestica para que los imprimiera.
Marina Santos, de origen filipino, fue contratada para cuidar la casa de los Clinton en Washington y, según el FBI, entre 2011 y 2012, manejó borradores de discursos e informaciones confidenciales.
"Por favor, pide a Marina que imprima para mí todo mencionado", dice un correo electrónico de Clinton para su asesora Huma Abedin respecto a un documento de 2011 marcado como un documento de acceso limitado.
El diario New York Post señala a su vez que la filipina "recibió en varias ocasiones el informe Diario Presidencial, presentado por la CIA y otras agencias de inteligencia".