En 2006 Klein reveló un acuerdo secreto entre el gigante de telecomunicaciones AT&T y la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de EEUU: cuando trabajaba de técnico en San Francisco encontró que su empresa permitía a la NSA registrar todo el tráfico de internet conectándose a las infraestructuras de AT&T.
"El FBI se originó en medio del 'Temor rojo' después de la Primera Guerra Mundial como un intento del Gobierno (de EEUU) de aplastar a toda oposición izquierdista y antibelicista en el país; fue así como comenzó el ascenso de J. Edgar Hoover, con las redadas de Palmer en 1919-20", dijo el exempleado de AT&T a esta agencia.
Aquellas redadas, ordenadas por A. Mitchell Palmer, fiscal general durante la presidencia de Woodrow Wilson, se tradujeron en la deportación de centenares de socialistas, anarquistas y sindicalistas de izquierdas, recordó Klein.
"Por tanto, los propósitos del FBI siempre han sido de lo más políticos, aunque en los años posteriores ha fingido estar por encima de la política", dijo.
Después de la II Guerra Mundial, el FBI cazó a comunistas, socialistas y otros representantes de izquierdas provocando que muchos de ellos perdieran trabajo o sufrieran otros abusos, señaló Klein.
"El acoso de Hoover contra Martin Luther King, Jr. y contra otros defensores de derechos civiles es bien conocido y está documentado, al igual que el programa Cointelpro (Programa de Contraiteligencia) del FBI que organizó el asesinato de los líderes de los Panteras Negras", añadió.
De esta manera, los intentos del FBI de aparentar una fuerza policial "profesional" y neutral no merecen ninguna credibilidad, según Klein. "Es pura cáchara", dice.
El antiguo empleado de AT&T mencionó, además, las recientes publicaciones de The New York Times que pusieron en evidencia el enfrentamiento entre el FBI y el Departamento de Justicia, alimentado por la batalla del republicano Donald Trump y la demócrata Clinton por el Despacho Oval.
"La publicación por el FBI de aquella carta confusa sobre los correos electrónicos de Clinton delata una motivación política, sin embargo es difícil evaluar qué fuerzas están en juego sin tener conocimientos internos, que yo no tengo", dijo.
El próximo 8 de noviembre, los estadounidenses decidirán quién ocupará la Casa Blanca para el próximo cuatrienio.