Los integrantes de las fuerzas especiales del Ejército iraquí, el 1er batallón de comandos, se han convertido en héroes para los habitantes de las localidades que fueron liberadas en el marco de la batalla de Mosul del yugo de Daesh —autodenominado Estado Islámico, proscrito en Rusia y otros países—.
Estos hombres de acero restablecen el control del gobierno sobre la urbe y sus cercanías. De hecho, ellos provocan el terror en las filas de los radicales con las máscaras que llevan durante los combates.
Los comandos pasaron un curso del entrenamiento de los Rangers estadounidenses por lo tanto sus comandantes afirman que cada uno de ellos "vale por un millar de los terroristas de Daesh".
Recientemente, el batallón liberó seis distritos de Mosul, uno de los bastiones principales del grupo terrorista, abriéndose camino entre las fortificaciones de los yihadistas y luchando contra ellos en las calles.
Cabe señalar que su aspecto pavoroso permitió que se convirtieran en celebridades en las redes sociales: 2 millones de usuarios siguen sus avances en Facebook y parece que van a ganar aún más popularidad.
El pasado 17 de octubre comenzó una operación militar a gran escala para reconquistar Mosul que desde junio de 2014 permanece bajo control de Daesh.
En la ofensiva participan, según los medios, unos 30.000 militares iraquíes y las milicias kurdas, los peshmerga, a los que apoya desde el aire una coalición de más de 60 países liderada por EEUU.