Expertos y políticos latinoamericanos de diversos signos observan atentamente la carrera presidencial en EEUU y expresaron a Sputnik sus inquietudes respecto al futuro de la relación con su vecino del norte.
"El que menos puede afectar una relación de soberanía en América Latina es Trump, es decir puede ser menos tóxico, porque es evidente que Hillary tiene la intención de generar consenso de los grupos oligárquicos de la región", dijo el general venezolano William Izarra, uno de los precursores de la revolución bolivariana.
Con Clinton, sostiene, EEUU volvería a "intervenir con todo" en Venezuela, como lo hizo en el año 2002 "cuando apoyó el golpe contra Chávez".
"Que Trump intervenga es probable, pero por lo menos queda la duda de cómo actuaría un novato; creo que estaría más involucrado en su política de migración interna, y que va a manejar las relaciones internacionales con base a lo que le digan sus asesores".
Clinton, para el general venezolano, es más peligrosa, para América Latina y para el mundo en general.
"Hillary fue la que concibió el ataque a Libia, el linchamiento de Gadafi y participó activamente en Afganistán, en Irak, es la que ha inducido a la guerra contra el mundo árabe que busca su autodeterminación, es una fuerte contrincante de las posturas de Irán, Rusia, Corea del Norte", insistió.
Por el contrario, el politólogo peruano David Sulmont considera que la relativa estabilidad que caracterizó las relaciones entre EEUU y América Latina se podría alterar con una victoria de Trump.
"Quien ha anunciado medidas que podrían alterar el patrón normal de relaciones entre EEUU y América Latina es Donald Trump, especialmente en temas de acuerdos comerciales y de control migratorio", señaló Sulmont, director del Instituto de Opinión Pública de la Pontificia Universidad Católica del Perú.
"Veo en Trump una vocación fuertemente autoritaria, y eso lleva fácilmente al intervencionismo", indicó Amadeo, vocal de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados.
Sin una predisposición diplomática al diálogo, “Trump no es garantía de diálogo en la región, sino todo lo contrario, más bien de conflicto”, consideró el legislador, integrante del bloque oficialista Cambiemos que respalda al Gobierno de Mauricio Macri.
El candidato republicano "propone una política y una economía encerrada sobre sí misma, lo cual es muy malo en términos no sólo políticos y económicos, sino también sociales", añadió el diputado.
En tanto, el analista internacional chileno Pablo Jofré estimó que Trump seguirá la política de Washington hacia sus vecinos del sur.
"Trump no variará su política de tratar de doblegar a Cuba, Venezuela y de presionar a Ecuador, Bolivia —con quien no tiene relaciones y no las tendrá mientras Evo Morales esté en el poder- y Nicaragua", sostuvo el experto.
Jofré sostuvo que el presidenciable republicano tiene "precarios conocimientos de política exterior" y "no conoce el continente".
"Es un empresario dedicado a amasar fortuna, exprimir al otro, no a tratar de establecer relaciones igualitarias, justas o donde se respete al contrario; si tiene algo Trump con Latinoamérica son negocios, como es el caso de Panamá, México y el interés mostrado en invertir en Colombia", señaló el analista.
La ex secretaria de Estado tendrá "una política exterior sin grandes variaciones pero con el peligro cierto de ampliar las acciones desestabilizadoras contra los gobiernos de Venezuela y Bolivia, principalmente", advirtió.
Si gana la candidata del gobernante Partido Demócrata, indicó Jofré, "las amenazas de intervenciones, bloqueos, embargos, golpes de Estado, golpes suaves y desestabilización serán parte del menú que suele ofrecer EEUU a Latinoamérica".
El politólogo chileno sostuvo que Clinton "tiene un historial de acciones criminales" en la región, principalmente como secretaria de Estado, entre las que incluyó su apoyo al Plan Colombia de lucha contra el narcotráfico, usado como "elemento de control" a Bogotá, y el derrocamiento del presidente Manuel Zelaya en Honduras, en 2009.
"Clinton es una animal voraz, que no cree en la democracia, que no cree en las relaciones entre los pueblos, simplemente cree en el sometimiento", afirmó contundente.
"América Latina no ha existido en esta campaña, aparte de los temas de México y Cuba, que son en cierto modo asuntos domésticos para EEUU" aseveró el latinoamericanista mexicano Rodrigo Páez Montalbán.
A lo largo de la campaña ni Clinton ni Trump abordaron los graves acontecimientos en Centro y Sudamérica, "ni la denuncia del golpe institucional contra Dilma Rousseff en Brasil, ni la situación compleja en Venezuela, ni el proceso de paz para el fin de la guerra en Colombia, ni la crisis humanitaria en Haití, que plantea un serio problema migratorio en ciernes", resaltó.
"No sé hasta qué punto predomine la opinión de que los demócratas son mejores y más beneficiosos que los republicanos, como ocurre en la clase política mexicana, en la academia y en los movimientos sociales de todo tipo contra Trump", aseveró escéptico Páez Montalbán.
Lo que dejan las dos campañas de Clinton y Trump son "grandes interrogantes sobre lo que realmente será la política de EEUU para América Latina", concluyó el experto.