Serbia y Montenegro son aliados históricos de Rusia, especialmente por compartir una misma religión, el cristianismo ortodoxo. Sin embargo, desde que los dos países se separaron en 2006, Montenegro ha perseguido políticas de acercamiento a Occidente y ha sido invitado a unirse a la OTAN, lo que poco ha gustado a Moscú y Belgrado.
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— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 30 октября 2016 г.
El 17 de octubre, el primer ministro de Montenegro, Milo Dukanovic, anunció la adhesión a la OTAN en los próximos meses. Serbia, por el contrario, no planea unirse a la Alianza, de acuerdo con el embajador serbio en Rusia, Slavenko Terzic, pese a pertenecer a la Asociación para la Paz, un programa de la OTAN para estrechar relaciones con los Estados de Europa del Este.