En una decisión publicada este domingo que está causando una fuerte polémica en Brasil, el juez autoriza el uso de "instrumentos sonoros continuos, direccionados al local de la ocupación, para impedir el periodo de sueño" de los adolescentes.
También determinó que se realicen cortes de agua, luz y gas en las escuelas y exigió la restricción de acceso a familiares y amigos, incluyendo los que lleven alimentos a los estudiantes.
El juez subraya que las medidas deben mantenerse "independientemente de la presencia de menores en el local" y que la policía debe identificar a todos los ocupantes y verificar si se está llevando a cabo corrupción de menores.
En el Distrito Federal hay ocupaciones en la capital, Brasilia, y en ciudades satélite como Samambaia, Planaltina, Recanto das Emas, Taguatinga, São Sebastião, Riacho Fundo y Estrutural, según recoge la prensa local.
En su mayoría se trata de institutos de educación secundaria, pero la madrugada de este jueves los estudiantes de la Universidad de Brasilia (UnB) ocuparon el edificio del rectorado.
Los estudiantes ocupan ya más de 1.100 escuelas en todo el país contra la Propuesta de Enmienda a la Constitución (PEC) 241 que congela los gastos públicos durante los próximos 20 años, lo que consideran que afectará seriamente a la educación pública.
También critican la reforma del sistema de enseñanza media que propone el Ejecutivo de Temer y que acaba con la obligatoriedad de estudiar asignaturas como artes, humanidades o educación física.
El movimiento de las ocupaciones ha provocado que más de 190.000 alumnos que debían realizar las pruebas de acceso a la universidad en estos institutos tengan que realizar el examen en diciembre y no en noviembre como estaba previsto.