El robot —que imita el modo de vida del animal marítimo sálpido— está equipado con una membrana de polímeros capaz de absorber y filtrar el agua, así como un componente que convierte las bacterias del agua en energía eléctrica. Los desechos salen por el agujero situado en la parte trasera del robot.
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— Gunel_Beva (@CurrentNews_EN) October 31, 2016
Aunque los organismos vivos no son suficientes para 'alimentar' por completo al robot, los científicos tratan de aumentar la eficacia energética del combustible.
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De acuerdo con los investigadores, el robot podrá ayudar a limpiar las zonas acuáticas con altos niveles de contaminación, además, es capaz de funcionar de manera autónoma durante mucho tiempo. Sin embargo, en caso de autorreplicarse, los robots inteligentes podrían conducir a la Tierra al fin del mundo, al consumir toda la materia viva del planeta. Este escenario hipotético se conoce comúnmente como 'la plaga gris' ('grey goo', en inglés).