El pasado sábado 15 diputados socialistas decidieron romper la disciplina de voto marcada por el Comité Federal del PSOE que exigía una abstención en bloque para facilitar el Ejecutivo de Rajoy y evitar unas terceras elecciones.
La formación se defiende argumentando que, en caso de no respetarse el sentido del voto decidido, "la apertura de un expediente sancionador es el procedimiento habitual previsto en el reglamento del grupo parlamentario".
Además, recuerda que los diputados cuentan con una semana para hacer las "alegaciones correspondientes sobre su decisión".
La sanción económica puede ir desde los 200 hasta los 600 euros, dependiendo de las alegaciones.
Los diputados "díscolos" aseguran tener "la conciencia tranquila" por haber votado en contra de Rajoy, lo que "prometieron durante la campaña electoral".