"Yemen está a un paso de una hambruna", dijo y añadió que cerca de dos millones de personas en Yemen están subalimentadas y 370.000 de ellas son menores de edad.
O'Brien subrayó que la catástrofe humanitaria en Yemen "es resultado de la acción humana".
En total en el país fueron detectados 1.700 casos sospechosos de cólera.
Según la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios el 80 por ciento de la población de Yemen (21,2 millones de personas) necesita diferente tipo de ayuda.
O'Brien declaró que el papel clave en la situación la desempeñan "las partes del conflicto, en particular, el Gobierno de Yemen, Arabia Saudí, los países del Consejo de Cooperación para los Estados Árabes del Golfo, EEUU, el Reino Unido, los líderes hutíes, el expresidente Saleh con sus aliados e Irán".
Según el embajador "ellos pueden cesar la guerra y los sufrimientos de la gente".
El conflicto costó la vida a más de 4.000 civiles entre marzo de 2015 y octubre de 2016, según la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos (OACDH) de Naciones Unidas.
A causa de las numerosas destrucciones de las infraestructuras la población local bebe agua no potable, lo que aumenta el riesgo de enfermedades potencialmente mortales como la malaria, el cólera y la diarrea.