El viceministro de Exteriores, Ígor Morgúlov, encabezó la delegación rusa, y China fue representada por el asesor del ministro de Exteriores del país, Kong Xuanyou.
Los participantes de las consultas prestaron una atención especial a la escalada de la tensión política-militar en la península de Corea y subrayaron "el impacto negativo de la decisión de Washington y Seúl de emplazar los sistemas estadounidenses THAAD en Corea del Sur".
Los ministros señalaron que es necesario cumplir los requisitos de las decisiones correspondientes del Consejo de Seguridad de la ONU para resolver los problemas de la península, incluido el nuclear, mediante negociaciones.
El pasado julio, Seúl y Washington lograron un acuerdo para desplegar en territorio surcoreano una batería THAAD, que se haría operativa a finales de 2017 como muy tarde.
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Tanto Seúl como Washington reiteraron que el THAAD solo pretende contrarrestar la amenaza norcoreana, pero Pekín y Moscú sospechan que en el fondo EEUU busca aumentar su presencia en la zona y monitorear sus defensas.
El sistema THAAD (siglas en inglés de Defensa Terminal de Área a Gran Altura) está diseñado para detectar misiles balísticos con radar terrestre e interceptarlos a una altitud de entre 40 y 150 kilómetros. Una batería THAAD incluye un radar TPY-2 TM, seis lanzadores, 48 misiles interceptores y un punto de mando.
Corea del Norte, que se proclamó potencia nuclear en el año 2005, confirmó el 9 de septiembre haber realizado con éxito una prueba nuclear subterránea, la quinta hasta la fecha. Es la primera vez que el país asiático realizó dos ensayos nucleares en un solo año.