"Es absolutamente claro que mientras no aparezca Odín Sánchez no se instalará la mesa inicial del diálogos con el ELN", dijo Cristo a la emisora colombiana Blu Radio.
En declaraciones posteriores publicadas por el diario local El Tiempo, el ministro añadió que hasta el momento “no hay noticia cierta” sobre la liberación de Sánchez y tampoco hay conocimiento de ningún protocolo que esté en marcha por parte del Comité Internacional de la Cruz Roja.
"Si no se puede hacer la instalación el día de hoy (jueves), el Gobierno está listo para hacerla mañana o el sábado o en el momento en que tengamos la certeza de la liberación de Odín Sánchez", afirmó Cristo.
El líder del ELN y jefe de la delegación negociadora, alias 'Pablo Beltrán', dijo este jueves en su cuenta de Twitter que "Todo lo pactado lo estamos cumpliendo", pero no se refirió a la suerte de Odín Sánchez.
El exdiputado está en poder del ELN desde abril, cuando se prestó a un canje a cambio de la liberación de su hermano, el exgobernador del departamento del Chocó (oeste), Patrocinio Sánchez Montes de Oca.
El miércoles, el ELN reveló los nombres de los 19 integrantes de su delegación de paz, pero el Gobierno se abstuvo de hacer lo propio en espera de que Sánchez quedara en libertad.
"No he firmado resolución designando negociadores con ELN porque no han liberado a Odín Sánchez", escribió en su cuenta de Twitter el presidente Juan Manuel Santos.
No he firmado resolución designando negociadores con ELN, porque no han liberado a Odín Sánchez.
— Juan Manuel Santos (@JuanManSantos) 27 de octubre de 2016
El 10 de octubre se anunció que la fase pública de las negociaciones comenzaría este jueves en Quito, luego de que la fase exploratoria se adelantara desde enero de 2014.
El ELN, alzado en armas en 1964, es la segunda guerrilla de Colombia después de las FARC (con la que el Gobierno adelanta en la actualidad una renegociación del Acuerdo de Paz) y su ideología de izquierda tiene una clara influencia de la Revolución Cubana y la Teología de la Liberación, una corriente progresista de la Iglesia Católica latinoamericana.
Según estimaciones del Gobierno, está integrada por unos 1.500 combatientes.
El conflicto armado colombiano, que ha enfrentado a guerrillas, paramilitares, agentes del Estado y grupos narcotraficantes, es el más antiguo del continente y ha dejado unos ocho millones de víctimas, así como 300.000 muertos, 45.000 desaparecidos y 6,8 millones de desplazados, según reportes oficiales.
Sin embargo, el Gobierno sostiene que las bandas criminales (reductos del paramilitarismo) y las organizaciones del narcotráfico seguirán siendo combatidas por las fuerzas del Estado, pues sus crímenes no pueden asimilarse a delitos políticos.