Después de la adhesión de Crimea a Rusia, muchos países occidentales ven posible una nueva Guerra Fría, concepto que ha tomado fuerza por el apoyo de Vladímir Putin a Bashar Asad. Las acciones supuestamente hostiles de Moscú contra la OTAN, como el emplazamiento de los misiles nucleares Iskander en Kaliningrado, no han hecho sino reforzar esta idea.
Sin embargo, aunque muchos consideren a Putin la mayor amenaza actualmente, esto puede ser una exageración, explica el artículo. Una de las razones es que el Kremlin no va a invadir los países del Báltico o amenazar a los países de la OTAN en el mar Negro, sabiendo que existe la posibilidad de una guerra nuclear. En segundo lugar, la propaganda, la informática, el despliegue y los ejercicios militares son medios alternativos que tiene Putin para intimidar y expandir el prestigio y la influencia rusas.
Pero además, los norteamericanos deberían preocuparse más todavía por la frágil estructura financiera de EEUU, resalta el texto periodístico.
"La relación entre el precio de las acciones en el mercado y la ganancia neta por acción se ha inflado sobremanera", resalta el análisis. Los tipos [también llamadas tasas] de interés, mientras tanto, se encuentran en los niveles más bajos de la historia, pero en algún momento tendrán que subir y entonces el coeficiente precio/ganancia volverá a sus índices históricos, lo que conllevaría una caída de los mercados de valores entre un 15 y un 25%".
El mítico 'plan de #Putin' y la crisis política de #EEUU https://t.co/9UmeljW0e8 pic.twitter.com/dPE5QdFwU1
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 8 сентября 2016 г.
"Lo anterior será un serio golpe para la mayoría de inversores", sentencia el artículo, y aunque la crisis puede ser evitada, será un proceso doloroso para EEUU.