"El Rey me ha encargado que vuelva a someter mi candidatura a la investidura como presidente del Gobierno y yo he aceptado el encargo", expresó Rajoy.
Rajoy, que recibió el rechazo del Parlamento español el pasado mes de septiembre en su intento por ser investido, afronta esta nueva oportunidad con más apoyos entre el resto de formaciones políticas, lo que hace prever que el Congreso de los Diputados le otorgará su confianza.
La designación de Rajoy como candidato a la investidura se produce después de la decisión tomada el domingo por el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), que se abstendrá en la segunda votación de investidura de Rajoy.
Rajoy insinuó que para él y para su partido quizás podría haber sido más fácil dejar morir la actual legislatura para acudir a una nueva cita electoral en la que todas las encuestas pronostican que el Partido Popular aumentaría su ventaja respecto al resto de formaciones políticas.
Sin embargo, el líder del Partido Popular aseguró que para él era una "obligación" poner fin "sin demora" a la "infructuosa situación de interinidad" que vive la política española desde diciembre de 2015.
"Soy consciente de las dificultades de gobernar en minoría", afirmó Rajoy, que se comprometió a trabajar "desde el primer día para que su Gobierno sea estable" y que la legislatura dure cuatro años".
Según explicó Rajoy, el principal desempeño de su Ejecutivo será buscar acuerdos con "los partidos constitucionalistas" para defender "la Unión Europea y la unidad de España".
Según recoge la constitución, deben pasar 48 horas entre la primera y la segunda votación de investidura.
A pesar de que todavía se desconoce para cuándo se fijará la primera votación, la Constitución obliga a convocarla esta misma semana ya que el Rey tendrá que disolver las Cortes Generales si el día 1 de noviembre no hay un nuevo Gobierno.