Al mismo tiempo, se registra un significativo cambio del foco de los inversores chinos, que dejan atrás la imagen de mero comprador de materias primas que tuvo el país asiático. Por el contrario, China se concentra más en la compra de grandes marcas mundiales y empresas de alta tecnología.
Además, han perdido peso las inversiones estatales que solían predominar en esta esfera mientras que las empresas privadas están tomando la iniciativa. Algunas de sus compras más mediáticas han sido las del AC Milán, el famoso club de futbol italiano, por $821 millones, o la adquisición de la empresa de cine Legendary Entertainment por $3.500 millones, poniendo así un pie en Hollywood.
China podría continuar su 'ofensiva' inversora si no topa con medidas de control. En este sentido, el Comité de Inversiones Extranjeras de EEUU ya ha bloqueado una serie de transacciones con participación china aduciendo que representaban "una amenaza" para la seguridad nacional. Por otro lado, la actividad inversora podría también verse afectada en caso de que se produzca una devaluación del yuan o por la introducción de límites en las inversiones en el extranjero, contempladas por las autoridades.