El arzobispo Mstislav acudió al local acompañado por un grupo de mujeres jóvenes y otros sacerdotes —el rector de la Iglesia de la Natividad, Ígor Semirozum, el arcipreste y tesorero, Vladímir Gerasimchuk, y el subdiácono, Vitali Okunski—.
Los clérigos no tardaron en ponerse a bailar con sus acompañantes. Al poco de salir a la pista de baile, se enzarzaron en una pelea con otros individuos que también se hallaban en el club. El arcipreste fue el primero en golpear a uno de los hombres, pero poco después todos los guías espirituales se metieron en la refriega a puñetazos.
El propio arzobispo negó tanto su participación en la pelea como la visita al club.