Según fuentes municipales y de la Guardia Civil citadas por Europa Press, una comisión judicial iba a proceder a la expulsión —por el impago del alquiler—, cuando encontraron el cuerpo de Amparo Rubio, quien llevaba desaparecida varios meses pero nadie había hecho la denuncia.
A la espera del resultado definitivo de la autopsia, que ha descartado muerte violenta, se calcula que podía haber fallecido hace cinco meses, publicó el periódico digital Levante-EMV.
Los vecinos habían llamado en reiteradas ocasiones al ver que los animales de la fallecida, que se encontraban en la parcela del chalé, presentaban síntomas de desnutrición. Asimismo, agentes de la Policía local de Liria pasaron por el domicilio y llamaron, pero no obtuvieron respuesta. "Vinieron varias veces pero tocaban al timbre y como nadie respondía se volvían a ir por donde habían venido", explicó Eva, vecina de la difunta.
Dadas las condiciones de sequedad de la habitación donde estaba, el baño, el cuerpo derivó en una momificación natural y no en la putrefacción habitual que se da en la mayoría de las muertes. A esto contribuyó también que la vivienda estuviera cerrada, con las persianas bajadas.
Sus vecinos reconocieron que Amparo era una persona muy solitaria y poco sociable, pero lamentan que nadie haya hecho nada para comprobar si realmente le había pasado algo o, como se ha confirmado ahora, estaba muerta. Además, ha comentado que no tenían contacto con ella desde abril, salvo una noche de junio, cuando la vieron por última vez con vida.