"Durante las negociaciones, Putin efectivamente aceptó el despliegue de esta misión, una misión policial de la OSCE o una misión armada, llámenla como quieran", dijo el representante del Kremlin.
El presidente ruso, según el portavoz, también se pronunció por que Alemania, como presidente de turno de la OSCE, aprovechara esta condición para "estudiar el asunto de forma más activa".
"Hay comprensión de que el despliegue de esta misión sería positivo, pero es necesario examinarlo a fondo en el marco de la OSCE", dijo Peskov.
Poco antes del anuncio oficial del Kremlin, el representante permanente de Rusia ante la OSCE, Alexandr Lukashévich, calificaba la declaración de Poroshenko como "un invento".
Ucrania lleva tiempo insistiendo en dar armas a observadores de la OSCE en Donbás.
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Las unidades policiales de la OSCE, según Poroshenko, se encargarían de garantizar la preparación y celebración de los comicios en ciertas áreas de las regiones de Donetsk y Lugansk, así como el traspaso de poderes a una autoridad formada en elecciones libres, transparentes y democráticas acorde a las leyes de Ucrania.
La Misión Especial de Observación de la OSCE en Ucrania se compone de más de 700 observadores civiles de unos 40 países miembros y empleados locales que trabajan como intérpretes, ayudantes administrativos y asesores. Todos los observadores van desarmados.
La Misión, cuyo mandato permite ampliar la plantilla a 1.000 personas, tiene la sede en Kiev y equipos de observadores en Jersón, Odesa, Lvov, Ivano-Frankovsk, Járkov, Donetsk, Dnepropetrovsk, Chernovtsi y Lugansk.
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La mayoría de los observadores, unos 600, trabajan en las regiones de Donetsk y Lugansk, zona del conflicto que, según la ONU ha causado más de 9.600 muertos y unos 22.400 heridos desde abril de 2014.