"Hay factores históricos que lo explican, como el hecho de que dos partidos (Liberal y Conservador) se repartieran el poder en Colombia formalmente desde 1958 hasta 1974 e informalmente hasta 1986", explicó Santiago Castro, vicedecano de la Escuela de Política y Relaciones Internacionales de la Universidad Sergio Arboleda.
El promedio de participación en las elecciones presidenciales desde 1978 a 2010 alcanzó un 45,99%, según un análisis elaborado en 2013 por la Universidad Sergio Arboleda, la Registraduría Nacional del Estado Civil y el Centro de Estudios en Democracia y Asuntos Electorales.
Pero en el plebiscito del 2 de octubre, en el que una mayoría apretada de ciudadanos decidieron rechazar los acuerdos entre el Gobierno y la guerrilla de las FARC para poner fin a 52 años de conflicto armado, la abstención rondó el 63%, la más alta de los últimos 22 años.
Reformitis constitucional
De las numerosas reformas que ha tenido la Carta Magna de 1991, destacan por su importancia la de 2005, la de 2009 y la de 2013.
El país padece "reformitis constitucional", ironizó el experto, un proceso en el que "el elector entiende que, vote o no vote, la Constitución se puede reformar en cualquier momento; luego existe un distanciamiento con la clase política".
En ese ese contexto, según Castro, Colombia no ha logrado "asentar los elementos constitucionales básicos suficientes para que la ciudadanía entienda que el voto es importante, y el hecho de no tener voto obligatorio hace que no haya suficientes incentivos para votar".
En su opinión, otro factor que influye es que a los políticos tampoco les interesa incentivar la participación electoral.
"Sus estructuras son suficientes para reelegirse con un número relativamente menor de votos; si la participación electoral aumentara, tendrían que invertir mucho más para lograr su reelección", apuntó.
Guerra
Para el observador de elecciones Wilfredo Penco, vicepresidente de la Corte Electoral de Uruguay, otra de las razones por las que la ciudadanía colombiana no ejerce su derecho a votar es la guerra.
"Los niveles de abstención electoral en Colombia se mantienen históricamente y responden a un sistema de voto facultativo y al contexto de guerra de las últimas décadas", señaló Penco, quien participó como observador internacional en el plebiscito por la paz.
La alta abstención marca el #plebiscito de #paz en #Colombia superando el 60% https://t.co/UETDbffdes pic.twitter.com/VcVbk6JbOK
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 3 de octubre de 2016
Sin embargo, Castro observó que en la costa Caribe (norte), donde el conflicto ha estado menos presente, la tasa de participación en el plebiscito fue menor, mientras en el occidente y el oriente colombianos, más golpeados por la guerra, hubo mayor participación.
Plebiscito y corrupción
El domingo 2 fueron a votar en el Chocó 32,8% de los habilitados, y el Sí sumó casi 80% de los sufragios.
"En Colombia, desafortunadamente, cuando hay elecciones así sea para presidente, alcalde, gobernador o para la Cámara, se moviliza mucho recurso, mucha corrupción y compra de votos", explicó Parra, quien trabaja hace décadas con las comunidades negras e indígenas del Chocó, a las cuales solo se puede acceder navegando por los numerosos ríos de la zona.
Pero como en el plebiscito "no hubo nada de eso, entonces muchas personas no tuvieron capacidad de llegar a las urnas", explicó el religioso.
Estaban habilitados para votar en el plebiscito 34,8 millones de colombianos, pero solo 13 millones sufragaron.