Según su opinión, la liberación de Mosul no tiene otro objetivo que ser un último acto de orgullo para el presidente saliente, el demócrata Barack Obama, además del de servir de apoyo a la candidata de su partido, Hillary Clinton. Es por eso que la administración de EEUU actual hace todo lo posible por liberar la ciudad ahora, a tan solo tres semanas de las elecciones, aunque en realidad pudo haberlo hecho mucho antes.

Sin embargo, el reto de preservar la localidad será un verdadero dolor de cabeza para el presidente entrante, sea quien sea, opina Mahmoud.
"La liberación de Mosul planteará retos complicados ante aquellos que, en realidad, directa o indirectamente, apoyan a Daesh. Incluso si no se pierde la batalla por Mosul, la guerra será aún más difícil. Pueden estallar nuevamente diferencias entre suníes y chiíes por motivos religiosos. Así que no debemos esperar que, después de la liberación de la urbe, la situación interna en Mosul permanezca en calma, sino más bien todo lo contrario".
Además de los cuerpos de infantería de Irak y la aviación de la coalición, en el operativo participan unidades de Peshmerga, quienes son los que han sufrido los mayores daños. Según indican los comandantes kurdos, ellos lograron romper las líneas de defensa de Daesh y avanzar unos 20 km hasta alcanzar las inmediaciones de Mosul.