El movimiento fundado por Perón con el nombre de Partido Peronista y más tarde renombrado Partido Justicialista "llega como la memoria del mejor momento que atravesó la sociedad argentina", indicó Bárbaro, diputado nacional durante la tercera presidencia de Perón (1973-1974).
"Hasta la muerte de Perón, Argentina era un país integrado", afirmó Bárbaro, pese a la seguidilla de golpes de Estado que marcaron toda la historia del siglo XX, de la violencia política en el propio seno del peronismo y de una crisis que desembocaría dos años después en un nuevo régimen militar.
Pero para Bárbaro, la nación no volvió a vivir ese punto de esplendor, y por eso hoy existen en Argentina "dos culturas enfrentadas, porque los grandes grupos económicos saquean las sociedades".
"Aunque el peronismo había puesto límites al respecto, hoy los laboratorios, bancos, supermercados y telefónicas saquean a la gente y se llevan la riqueza de Argentina, una situación que ha vuelto a revivir la oligarquía", sostuvo Bárbaro, quien fuera en 1972 secretario general del peronismo en la ciudad de Buenos Aires.
Por eso el peronismo trasciende las camarillas partidistas para convertirse "en un recuerdo de todos los argentinos, que al estar pasándola mal saben que en aquel momento la situación de los humildes era distinta".
La lealtad de octubre
A principios de octubre de 1945, el entonces coronel Perón, secretario de Trabajo y Previsión y vicepresidente del entonces dictador militar Edelmiro Farrell, fue forzado a dimitir en un intento de deshacer la influencia creciente que había conseguido entre los sindicatos y los trabajadores tras impulsar un conjunto de leyes sociales y laborales inéditas hasta ese momento.
Conocida como Día de la Lealtad, aquella jornada fue consagrada como el nacimiento del peronismo.
La histórica manifestación, que cambió el curso de la historia argentina, elevó a Perón a la categoría de líder popular.
Al año siguiente ganó las elecciones y fue reelegido en 1952, aunque no pudo terminar su mandato, pues un golpe de Estado lo derrocó y lo forzó al exilio.
Tras regresar desde España a Argentina en 1973, volvió a ser elegido presidente, cargo que mantuvo hasta su muerte, pocos meses después.
Sus gobiernos "fueron el mejor momento de los humildes en Argentina, eso está fuera de discusión", estimó Bárbaro.
Peronismo dividido
Décadas después, una multitud de actos separados recordaron el lunes a Perón.
Para ilustrar esta afirmación, Bárbaro recordó que cuando se produjo en 1989 la caída del Muro de Berlín, él estaba en Alemania y vio una estatua de Marx y Engels, bajo la cual alguien había escrito: "Ustedes no tienen la culpa".
"En todas las ideologías el uso terminó en abuso, pero del peronismo siempre quedarán las ideas, porque los restos óseo-físicos de los funcionarios no sirven para nada", aseguró.
Si el actual Gobierno de Mauricio Macri, que no es peronista, sigue agravando los indicadores sociales y económicos, "el peronismo va a dar más votos que nunca, porque es lo único recuperable", sostuvo Bárbaro.
"El peronismo es a la política lo que la juventud a la vida: es el mejor momento", aseveró.
Para el dirigente, durante el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015), conformado por una coalición de fuerzas peronistas y de partidos de centroizquierda, se vivió un pretexto peronista "con un autoritarismo que nos devaluaba y nos degradaba", mientras con la actual gestión "la sociedad argentina vive una democracia, conservadora, pero democracia".
Consciente de la importancia del peronismo, el Gobierno de Macri ha reivindicado la figura de su líder.
Las dos mayores fuerzas parlamentarias, después del bloque oficialista Cambiemos, el kirchnerista Frente para la Victoria y el Frente Renovador se identifican a sí mismos como peronistas, aunque el Partido Justicialista mantiene un funcionamiento laxo y carece de una bancada unificada.