Josefina Vidal, directora general para EEUU de la cancillería cubana, emitió criterios sobre la Directiva, cuyo evidente objetivo es consolidar los cambios adoptados hacia la isla y hacer irreversible la estrategia emprendida oficialmente desde el 17 de diciembre de 2014, tras más de medio siglo de una política infructuosa.
Al respecto, la diplomática criticó que el documento no oculta el propósito de promover cambios en el ordenamiento económico, político y social de Cuba.
Vidal precisó que no esconde la intención de insistir en el desarrollo dentro de la isla de planes injerencistas proclives a las ambiciones de EEUU, en los que se pretende involucrar a sectores de la sociedad cubana.
La diplomática remarcó la voluntad de su país de fomentar nexos respetuosos y de cooperación sobre la base de plena igualdad y reciprocidad, sin ningún tipo de injerencia.
Subrayó que Washington mantiene la prohibición de las inversiones de EEUU en Cuba, al margen de las limitadas ventas autorizadas anteriormente y que excluyen a sectores clave de la economía cubana.
"Se mantienen las restricciones para las importaciones cubanas en EEUU, especialmente las provenientes del sector estatal, con la única excepción de los productos farmacéuticos", recalcó enfática.
Vidal subrayó la ausencia de nuevos cambios en la esfera financiera, por lo cual se mantiene la prohibición a la apertura de cuentas corresponsales de la isla en bancos de EEUU.
También en el plano positivo, Vidal opinó que la directiva de Obama reconoce a Cuba y su Gobierno como interlocutor legítimo e igual, y admite las ventajas que aportaría a ambos pueblos una convivencia civilizada pese a las grandes diferencias entre los dos gobiernos.
La diplomática calificó como "importante" que la Directiva de Obama reconozca la independencia, la soberanía y la autodeterminación de Cuba, principios a los cuales consideró esenciales en los nexos bilaterales.
Derechos humanos
La delegación estadounidense, encabezada por el secretario adjunto para la Democracia, los Derechos Humanos y el Trabajo del Departamento de Estado, Tomasz Malinowski, asumió una postura discreta tras las conversaciones en relación con la prensa.
Según el jefe de la delegación anfitriona, en estas pláticas Cuba defendió la universalidad, indivisibilidad e interdependencia de todos los derechos humanos, y ratificó la necesidad de un trato igual lo mismo para los civiles y políticos que para los económicos, sociales y culturales.
Nuevamente, Cuba reiteró la necesidad de mantener este tipo de intercambios en un ambiente de pleno respeto a la igualdad soberana, la independencia y la no injerencia en los asuntos internos de cada parte, explicó la fuente.
Como logro, la representación de la isla subrayó la promoción y protección de los derechos humanos no solo para beneficio de su pueblo, sino también de otras muchas naciones del planeta.
Ante la prensa, el diplomático contrastó esta cifra con el hecho de que Washington solo ha asumido obligaciones con 18 de esos 61 protocolos.
Cuba también aventaja a EEUU en materia laboral, según Pedroso, pues está adherida a 90 convenios de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), incluidos los ocho fundamentales.
En este terreno, informó, EEUU solo está apegado a 14 convenios, incluidos dos fundamentales.
Pese a la Directiva más reciente de Obama, Pedroso recalcó que el bloqueo económico, comercial y financiero de más de medio siglo contra el pueblo cubano es una violación flagrante, masiva y sistemática de sus derechos humanos.
Según Pedroso, su delegación abordó fenómenos preocupantes de la realidad estadounidense como la desigualdad salarial entre diferentes sexos, la discriminación de los inmigrantes y otras minorías.
Desde el punto de vista laboral, agregó la fuente, también la parte cubana deploró el bajo nivel de sindicalización de los trabajadores y las restricciones para ello, la falta de acceso a la seguridad social, servicios de salud y educacionales para muchos estadunidenses, así como el empleo infantil y las manifestaciones de racismo y discriminación racial.
La parte cubana evocó las torturas practicadas en cárceles secretas y centros de detención, las ejecuciones extrajudiciales, incluidos los crímenes contra civiles por el empleo de drones.
De manera especial, según Pedroso, se hizo referencia a la permanencia del centro de detenciones en el territorio ilegalmente ocupado de la Base Naval de Guantánamo, y las torturas allí cometidas.
La delegación cubana, insistió su jefe, llamó la atención sobre los dobles estándares y la selectividad en el examen de los derechos humanos internacionalmente.
Lea también: Dólares, bloqueo y deshielo
No menos importantes son el derecho al desarrollo, a la paz y otros también imprescindibles para el ejercicio integral de los derechos humanos, sobre lo cual prevalece un silencio cómplice en las grandes cadenas mediáticas, concluyó Pedroso.