"Soy consciente de que, pese a los avances en los últimos años, aún hay crímenes contra periodistas que debemos resolver", dijo el mandatario ante la reunión anual de la SIP.
La SIP denunció este viernes que de los 20 asesinatos de periodistas en América Latina, 11 ocurrieron en México, y que desde el año 2000 son 115 los comunicadores muertos en el país, otros 20 más desaparecidos y casi 50 atentados contra medios en la última década.
"La intimidación y los ataques contra periodistas no sólo afectan su integridad y el ejercicio de sus libertades individuales —dijo Peña Nieto—, sino que nos dañan como sociedad".
El jefe del poder Ejecutivo matizó que "uno de los efectos de la crisis de violencia que se registró en México a finales del sexenio anterior (de su antecesor Felipe Calderón), fue el incremento en el número de agresiones hacia los profesionales de la comunicación".
Desde entonces, la Fiscalía Especial ha atraído 48 casos, y en apoyo al mecanismo de protección a periodistas y activistas sociales, la Fiscalía "ha dado seguimiento a 249 solicitudes de medidas cautelares, en beneficio de periodistas y sus familiares", reseñó.
El presidente reconoció la "obligación de un Estado democrático de otorgar garantías a los periodistas para el ejercicio de su profesión, especialmente ante la amenaza a la libertad de prensa que representa el crimen organizado".
Agregó que en casi cuatro años de su mandato "realizamos mejoras operativas y técnicas al mecanismo de protección, con la asesoría de la organización internacional Freedom House".
Finalmente, Peña Nieto firmó la llamada Declaración de Chapultepec, documento rector de la SIP que data de 1996, que ya ha sido suscrito por más de 60 Jefes de Estado del continente.