Para entregar el reconocido premio literario, el Comité Nobel —cinco miembros elegidos de entre los 18 que conforman la Academia Sueca— estudia desde finales del año anterior a los candidatos propuestos por diferentes vías hasta reducirlos a una lista de cinco finalistas, cuya obra leen durante el verano del año siguiente todos los miembros de la Academia. En septiembre se reúnen para debatir y en octubre dan a conocer el ganador. Nadie duda de que Robert Allen Zimmerman, tal es el verdadero nombre de Bob Dylan, creó "una nueva expresión poética dentro de la gran tradición americana de la canción", principal argumento esgrimido por los académicos suecos para otorgarle el premio Nobel de Literatura; nadie duda que las letras de sus canciones están llenas de poesía, pero concederle un premio tan consagratorio hace pensar que los académicos suecos prefirieron suscribirse a Spotify o a Apple Music antes que leer las obras de los otros nominados.
El Nobel: canon y variaciones
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En el año 2007, Bob Dylan recibió merecidamente el premio Príncipe de Asturias de las Artes. La canción, y así lo vindicaba el galardón, es un arte del que Dylan se sirvió para convertirse en el "faro de una generación que tuvo el sueño de cambiar el mundo", según el dictamen del jurado que lo distinguió. Entonces, como se esperaba, no fue a Oviedo a recibirlo, aunque dijo en un comunicado que esperaba "regresar pronto a España para manifestar mi gratitud por este galardón". Ante ello cabe preguntarse si el 10 de diciembre, día de la entrega oficial de los premios, y como establece el protocolo, Dylan leerá un texto de agradecimiento en la Sala de Conciertos de Estocolmo o cantará con su voz oxidada una verdad que su premio legitima: 'The times they're a—changin'. Para decirlo a su modo, "the answer, my friend, is blowin' in the wind".
LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE SPUTNIK