La muestra, que se desarrolla en la Fundación PROA de Buenos Aires, contiene una completa selección de más de 50 obras y permite apreciar la creación de Malévich desde sus inicios en la época zarista, pasando por la revolución y llega hasta los inicios del estalinismo.
Además de la exposición, curada por Eugenia Petrova y Joseph Kiblitsky, la Fundación PROA organiza en conjunto con la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) un curso en línea sobre Malévich y las vanguardias de su país, dictado por Baña, docente de Historia Rusa en la Universidad de Buenos Aires (UBA).
Kazimir Malévich (1878-1935), fundador del suprematismo y considerado un padre del arte abstracto, "es un exponente muy claro" de la intelligentsia rusa, por su "actividad al servicio de los valores de la transformación social" y "una clara intención de romper con la tradición, con lo dado y con lo heredado" en el contexto del zarismo, explicó Baña.
En una perspectiva más universal, el pintor es clave dentro de las vanguardias rusas, que marcaron un quiebre en la historia del arte.
Su obra fue variando de acuerdo al contexto político de la época. Por eso la retrospectiva pasa por la figuración, el cubofuturismo y el suprematismo, la corriente que fundó y por la que se hizo conocido. La exhibición incluye pinturas emblemáticas como La carga de la caballería roja, Cuadrado negro, Cruz negra y Círculo negro.
El Museo Estatal Ruso de San Petersburgo, de donde provienen las obras en exhibición, alberga la colección más grande del fundador del suprematismo, aunque también hay cuadros en varios museos del mundo, principalmente en Nueva York y en Holanda.
La exposición se inauguró el 13 de septiembre y permanecerá abierta hasta el 11 de diciembre. Hasta el momento, ha tenido "una repercusión muy amplia" dado que se trata de un acontecimiento "significativo" no solo para el público argentino, sino para el sudamericano, concluyó el historiador.