"Me gusta que el comité que otorga los premios haya tomado una visión amplia de lo que se considera literatura y que las canciones sean consideradas a la par de la ficción en prosa y la poesía en sentido estricto", dijo a Sputnik Nóvosti Francisco Espinoza Cárcamo, docente de literatura inglesa en el Instituto Anglo y docente de cultura y lengua inglesa de la Universidad de la República (Udelar).
Antes que Murakami o Philip Roth
"Las canciones dentro de la literatura en lengua inglesa siempre han tenido un lugar destacado, ya sea por ejemplo en la poesía de John Keats o la de John Donne, la gran diferencia en el caso de Bob Dylan es que más allá del contenido lírico está su voz que las canta y entona y agrega una dimensión más de significado al contenido estrictamente lírico", explicó Espinoza.
"Apenas me enteré, lo primero que pensé fue "al fin", me parece un acto de estricta justicia con el gran poeta que es Dylan, un cronista de su tiempo que toca temas atemporales y universales", opinó el escritor uruguayo Nelson Díaz.
¿Es literatura?
La entrega del Nobel a Dylan abrió un debate acerca qué es y qué no es literatura, que ha ocupado innumerables páginas de teoría literaria a lo largo de la historia.
"Las letras de canciones pueden ser consideradas "literatura" si el letrista es un poeta, en todo caso debe decirse que ese poeta ha elegido una forma vicaria y efectiva para hacer públicos esos poemas", afirmó el escritor y crítico uruguayo Álvaro Ojeda.
Ojeda citó otros ejemplos.
"Pienso en Vinicius (de Moraes), en Homero Manzi, en Alfredo Zitarrosa, en Fernando Cabrera, en (Georges) Brassens, en (José) Serrat, y está claro que la diferencia, la virtualidad en su condición de literatura, en esos casos, estriba en la herramienta: son poetas que cantan sus textos".
Sobre el valor literario de las letras de Dylan, el escritor Pedro Peña afirmó que "estriba en su capacidad para metaforizar a través de imágenes cierto espíritu americano que luego se hace global, cierta desazón del hombre sometido a los vaivenes de su tiempo y a las amarguras de la vida y que aun así logra dignificarse a través de las miserias de su tiempo".
Por otra parte, el periodista y escritor Nelson Díaz, afirmó que "no necesariamente" las letras de canciones pueden ser consideradas como literatura.
"No alcanza para que ese texto sea considerado poesía o literatura, las canciones que son literatura son aquellas donde el texto se defiende solo sobre el papel, cuando el texto, despojado del "ropaje" musical, vale como creación literaria", afirmó Díaz.
Un neoclásico revolucionario
Dylan, además de decenas de canciones, escribió dos libros. El primero, "Tarántula" fue publicado en 1971 y escrito entre 1965 y 1966 y el segundo, su autobiografía, fue publicado en 2005.
Estructuralmente, Dylan sería considerado un "neoclásico revolucionario", debido a que escribe dentro de parámetros pre-existentes (baladas, blues, canción americana), asegura el profesor de literatura inglesa Francisco Espinoza.
Nelson Díaz opinó que Dylan para sus canciones tomó lo mejor de los trovadores medievales, quienes eran músicos y poetas y de la tradición de los trovadores franceses llevándolo al terreno del folk, el blues y el rock".
"Lo que tienen de especial las letras de Dylan es que tienen un valor en sí mismas, funcionan independientemente de la canción, y sin embargo, de todas maneras no podemos prescindir de todo lo otro", opinó el músico uruguayo Gonzalo Deniz.
El escritor y profesor uruguayo Pedro Peña destacó el potencial que tienen las canciones de llegar a un público nuevo al que los libros de poesía no llegan.
"Las letras de canciones son una expresión literaria en algunos casos muy significativas para muchas personas porque a través de la música la poesía encuentra una forma de encastrarse en una estructura distinta y llegar a un público nuevo al que a través del libro es difícil llegar", afirmó Peña.