Las relaciones con Moscú son la piedra angular de muchas disputas entre los miembros de la coalición gobernante que, además del bloque de la CDU incluye al Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD). Mientras que los políticos de la primera formación política exigen una acción más dura contra Rusia, las figuras clave del otro, como el ministro de Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, y el titular de Economía y Energía de la Alemania, Sigmar Gabriel, apuestan por la eliminación gradual de las sanciones.
En la próxima campaña electoral federal, los socialdemócratas podrían utilizar el tema de las relaciones con el país eslavo como un importante triunfo y crearle un montón de problemas a Merkel. Y si optan por el acercamiento a Moscú, van a recibir apoyo adicional tanto de los votantes de la formación La Izquierda como de los partidarios de Alternativa para Alemania (AfD), destaca el autor del artículo.
En cualquier caso, no valdría la pena para la canciller correr ese riesgo, señala el periódico. Incluso si la CDU de Merkel pudiera de alguna manera promover la idea de nuevas sanciones dentro de la élite política alemana, su implementación requiere además la decisión unánime de los Estados miembros de la UE, y un escenario similar en este momento es muy complicado, concluye Tagesspiegel.