"Con el lanzamiento de esta agenda, Ecuador se pone a la vanguardia mundial en las estrategias de planificación energética a largo plazo", afirmó Glas, según informó la Vicepresidencia en un comunicado.
El Gobierno se plantea cinco objetivos en lo que refiere al sector energético: contar con un sector planificado con acceso a la energía y asequibilidad; precios que privilegien a los más necesitados y fomenten la productividad; una matriz energética diversificada y renovable; la seguridad, calidad y confiabilidad en los servicios energéticos y la eficiencia en el consumo.
"Estas metas promueven además la inversión privada; la creación de empleos y el desarrollo de la industria nacional", reseña el texto oficial.
La elaboración de la agenda energética contó con la participación de diversos actores de la sociedad civil, del sector energético público y privado, de la academia y de organismos internacionales como la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), la ONU y la Cooperación Alemana.
"Fue un privilegio" apoyar en la elaboración de la agenda ya que "Ecuador ha promovido un mayor uso de energía renovable para contrarrestar el cambio climático, el país se ha posicionado por tener las matrices más limpias de la región", opinó Zorrilla.
En los últimos años, Ecuador construyó ocho centrales hidroeléctricas que le ahorrarán al país un promedio de 1.300 millones de dólares por año.
El Gobierno apunta a que la futura matriz energética sea funcional a los requerimientos de una economía productiva que dé paso a la creación de nuevos polos de desarrollo, la sustitución de importaciones, la transferencia tecnológica, el incremento de exportaciones, la innovación y la generación de empleos de calidad.