El vínculo entre hipotensión ortostática —caída de la presión arterial que causa síncopes y desmayos— y la demencia fue el eje central del reciente estudio publicado en la revista PLOS. Los científicos hallaron que la posibilidad de que una persona tenga demencia es un 15% mayor entre quienes sufren hipotensión ortostática en comparación con los índices normales.
El Rotterdam Study se desarrolló en Países Bajos y contó con la participación de 7.983 personas de 55 o más años.
Los especialistas suponen que el desarrollo de la demencia se debe a problemas en el suministro de sangre al cerebro. Una de las consecuencias más aterradoras es la enfermedad de Alzhéimer.
A día de hoy, los expertos estiman que el número de personas que sufre diferentes trastornos relacionados con la demencia ronda los 44 millones en todo el mundo, según recoge alzheimers.net.
Europa Occidental es la región con mayor número de casos de Alzhéimer, seguida de Norteamérica.
Según diferentes prognosis, el número de personas con esta enfermedad puede incrementarse por cuatro para mediados del siglo XXI.