De esta manera, el magistrado adopta las medidas solicitadas por la Delegación del Gobierno en Barcelona, que decidió llevar este asunto ante la Justicia después de que la regidora del Consistorio anunciara en la jornada del lunes que ofrecía a los empleados del Ayuntamiento la posibilidad de convertir el día en laborable.
"La fijación, en este caso por Ley, de un determinado día como festividad nacional (y lo mismo ocurre con las festividades autonómicas y las locales) obedece a razones sociales y culturales, que reflejan un interés general, social o colectivo en su celebración", expresa el auto del magistrado.
El Día de la Fiesta Nacional española se celebra el 12 de octubre para conmemorar el día en que la expedición de Cristóbal Colón pisó por primera vez suelo americano.
La ley que declara esa jornada como festiva se refiere a esa efeméride como el momento en que "se inicia un período de proyección lingüística y cultural más allá de los límites europeos".
Sin embargo, algunos sectores de la izquierda española y del independentismo rechazan cada año esta festividad al asegurar que lo que realmente se conmemora es la conquista de territorios por la fuerza y el sometimiento de los pueblos que los habitaban.
En ese contexto, la alcaldesa, de nombre Dolors Sabater, decidió que la festividad del 12 de octubre (también conocida como día de la hispanidad) no le ofrecía ningún motivo por el que no ir a trabajar.
Según el auto que prohíbe a Dolors Sabater y su equipo trabajar durante esa jornada, la decisión del Ayuntamiento "obedece a un determinado planteamiento político o ideológico" de modo que "la decisión individual de cada trabajador de ir o no ir a trabajar ese día, puede no ser enteramente libre y, además, podría resultar contraria al derecho fundamental a la libertad ideológica".
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