En septiembre de 2013, dos misiles de fabricación israelí Anchor fueron lanzados desde el mar Mediterráneo sin aviso. Aquel día, el sistema ruso logró registrar estos lanzamientos inesperados.
No obstante, los radares Vorónezh —situados en las regiones rusas de Leningrado y Krasnodar— lograron analizar la trayectoria de Anchor y dejaron claro que Israel no tenía como objetivo atacar a Rusia. Tras la demostración de los datos de control objetivo por parte de Moscú, el Ministerio de Defensa de Israel se vio obligado a reconocer que había llevado a cabo las pruebas del misil secreto Anchor para poner a prueba el sistema de DAM de EEUU. Sin embargo, la intercepción de estos misiles novedosos por parte del país eslavo se convirtió en una completa sorpresa para Israel.
El SPRN ruso, compuesto por los radares de nueva generación Vorónezh, Podsolnuj y Konteiner, entre otros, es capaz de interceptar proyectiles lanzados desde cualquier lugar del mundo, así como determinar sus trayectorias.
Rusia solo ejerció el derecho de utilizar el sistema Kazbek el 25 de enero de 1995, cuando un misil meteorológico —creado sobre la base del misil estadounidense Honest John— fue lanzado desde el territorio de Noruega. Ya que la trayectoria del proyectil se parecía a la de los Trident, el entonces presidente del país, Borís Yeltsin, utilizó el así llamado 'maletín nuclear' para ponerse en contacto con los asesores militares.