Mikael Kowal, de la Universidad de Leiden en los Países Bajos, presentó su tesis sobre la influencia de la marihuana en el pensamiento de humanos. Según las conclusiones, la opinión de que 'la hierba' aumenta la creatividad es nada más que la distorsión del pensamiento de una persona que la consume.
Durante los seis meses del experimento, la generación de dopamina en las personas que consumieron la droga se desplomó considerablemente. Los cambios eran tan fuertes hasta el punto que los fumadores sufrieron la desaceleración de parpadeos espontáneos, que señala el déficit de dopamina.
Los estudios anteriores fueron de menor duración, por consiguiente los efectos del uso de estupefacientes no eran tan obvios: la caída de niveles de dopamina en los organismos de los voluntarios no decrecían mucho y no tuvo un efecto tan negativo en el pensamiento, pues el tiempo fue relativamente corto.
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Los consumidores de marihuana también mostraron retroalimentación negativa en la posibilidad de encontrar errores en sus propias obras escritas y fueron menos predispuestos a admitirlos con el paso de tiempo. Esta puede ser la razón por que les parecía que sus capacidades creativas aumentaban.